Propuestas de mujeres productoras rurales se canalizarán a la ERCC 2050

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Mujeres rurales de Cusco compartiendo sus propuestas

Elena Villanueva, del Programa de Desarrollo Rural (PDR) del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, consideró como muy valiosa la cooperación institucional sostenida con la organización Diakonía durante el 2022 como parte de un proyecto conjunto iniciado el año pasado, pues ha contribuido a fortalecer procesos orientados a promover las propuestas de las mujeres rurales frente a la acción climática en Cusco.

La institución feminista, con más de cuatro décadas de trabajo en el Perú, y Diakonía, organización sueca que desde 1996 trabaja en países diversos del globo con los valores de solidaridad, justicia, coraje, compromiso y transparencia, tienen una alianza en favor de los derechos de las mujeres en un contexto en que estos se ven amenazados por el debilitamiento de la democracia, los fundamentalismos y los impactos del cambio climático.

El Programa de Desarrollo Rural del Centro Flora Tristán lleva más de una década abordando la relación entre género y cambio climático para promover políticas públicas que tomen en cuenta de manera diferencia la situación de afectación de las mujeres y sus propuestas; así como para impulsar el desarrollo de capacidades de las productoras de la agricultura familiar en el ejercicio de sus derechos y de su respuesta ante los embates climáticos.

“En este año, con el apoyo de Diakonía, hemos podido sostener la incidencia en el Consejo Regional de Cambio Climático de Cusco para garantizar la incorporación transversal del enfoque de género en dos temas claves para las mujeres productoras como son el agua y la agricultura familiar”, indicó Villanueva.

Hemos trabajado en fortalecer las capacidades de las diferentes instituciones en relación a la elaboración de planteamientos, políticas e indicadores con enfoque de género en ambos temas, así como en mecanismos de seguimiento y monitoreo –agregó- lo que se irá plasmando a partir del siguiente año en el CORECC.

Por otra parte, Elena Villanueva destacó el taller realizado con lideresas productoras en la ciudad de Cusco como parte del proceso. Así como se ha venido capacitando y brindando asistencia técnica a integrantes de las mesas de Agua y de Agricultura Familiar del CORECC, también se ha trabajado con lideresas productoras de comunidades campesinas de Quispicanchi.

Durante el taller ellas compartieron sus experiencias frente al cambio climático así como sus propuestas de cara a las autoridades locales. “El valor agregado de la reunión consistió en que pudimos hacer el escalamiento hacia lo regional”, refirió la especialista.

Las mujeres productoras rurales, involucradas todas en la agricultura con enfoque agroecológico como parte del proceso formativo integral que impulsa el PDR desde hace cinco años en la zona, centraron en la escasez de agua, crisis en la agricultura familiar y sobrecarga de trabajo, los impactos que viene experimentando con el cambio climático.

“Ellas conocieron la ruta de incidencia en lo local, que será de cara a las nuevas autoridades que asumirán en enero del 2023, así como en el nivel regional en el actual contexto de actualización de la Estrategia Regional de Cambio Climático al 2050, y que se realizará a través de las Mesas de Agua y de Agricultura Familiar”, sostuvo Elena Villanueva.

Las mujeres productoras – prosiguió- identifican con claridad que las consecuencias del cambio climático son más graves para ellas porque no tienen las mismas oportunidades que los hombres, que si bien en las comunidades campesinas la pobreza afecta al conjunto de la población, ellas están en mayor desventaja por su condición de género que las limita, condiciona y obstaculiza en el ejercicio de sus derechos desde la infancia.

Las propuestas vertidas por las productoras se canalizarán a las Mesas de Agua y Agricultura Familiar del CORECC para que desde estos espacios se promueva su integración a los lineamientos y medidas de la ERCC.