Agroecología para enfrentar el cambio climático y empoderar a las mujeres rurales

Frente a las inclemencias del cambio climático, las mujeres productoras rurales de Calca han encontrado en la práctica agroecológica un medio que no solo contribuye a mejorar su seguridad alimentaria, sino a abrirles rutas para su autonomía económica y de esa forma tener mayor seguridad en sus decisiones.
Las 80 productoras que son parte de la Escuela Agroecológica Feminista (EAF) del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán en los distritos de Calca, Coya, Lamay y San Salvador, en la provincia cusqueña de Calca, han logrado incrementar no solo sus competencias técnicas en la agricultura familiar, sino también su conciencia de género y derechos.

Como señala la productora Haydé Flores, se encuentran en un proceso que es para ellas como abrir los ojos después de haberlos tenido cerrados mucho tiempo, porque “antes no nos considerábamos como ciudadanas igual que los varones y las demás personas, y porque ahora ya sabemos que discriminar hace mucho daño”.
En este proceso de empoderamiento, las integrantes de la EAF vienen ejerciendo la autonomía en la gestión de sus unidades productivas, tanto de sus biohuertos en fitotoldo como a campo abierto, donde han aprendido a producir empleando prácticas agroecológicas y a regar mediante la técnica de goteo, que optimiza el uso del agua.
“Con lo que hemos aprendido podemos aprovechar mejor la tierra, el agua, las semillas para dar alimentos saludables a nuestras familias, porque pese al cambio climático estamos cosechando. Hay heladas, vientos fuertes y hasta granizada, pero nuestros cultivos están protegidos y además son resistentes porque los abonamos de manera natural, sin químicos, y las hortalizas crecen fuertes”, describió Flores.
El cambio climático tiene efectos devastadores entre la población en mayor vulnerabilidad, como son las mujeres y hombres del campo que dependen de la agricultura familiar para sostenerse. De allí la importancia de la apuesta del CMP Flora Tristán, que cuenta con el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación y de la institución Mugen Gainetik, para promover estrategias sostenibles que contribuyan a la ciudadanía y ejercicio de las productoras rurales en este contexto de crisis climática, desigualdad y pobreza.
“Nosotras nos sentimos muy contentas por los logros de las productoras de los cuatro distritos de Calca, ellas están superando barreras causadas por la discriminación estructural en las zonas rurales y dando pasos valiosos en su empoderamiento y ejercicio de derechos como ciudadanas”, afirmó Elena Villanueva, responsable del Programa de Desarrollo Rural, que gestiona el proyecto.
Destacó la importancia de vincular el cambio climático con el género, la división sexual del trabajo y el desarrollo rural sostenible, pues de esa forma se puede avanzar hacia la transformación de la situación de desigualdad en que se encuentran las productoras que se desenvuelven en la agricultura familiar.
“Ellas son un pilar en sus familias y comunidades, y nosotras trabajamos para que su aporte sea visibilizado y reconocido, al igual que sus demandas y propuestas, para que las autoridades locales inviertan garantizar su participación ciudadana y desarrollo integral”, remarcó.

