Mujeres Rurales y Los Derechos de la Madre Tierra

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En el marco de la conmemoración por el Día Internacional de la Tierra, el Centro Flora Tristán expresa su reconocimiento a las mujeres rurales peruanas por su contribución a la conservación de los ecosistemas, esenciales para el sostenimiento de nuestro planeta.

Con el impulso de prácticas agroecológicas, la conservación de las semillas y el uso sostenible del agua, ellas están en la primera línea frente a los efectos del cambio climático y del desarrollo de la agricultura a gran escala, que constituyen amenazas a los medios que sustentan la vida.

Amplias extensiones del territorio nacional están concesionadas a actividades extractivas como la minería, la agroexportación y de hidrocarburos, afectando el derecho a la tierra de las comunidades campesinas, familias y mujeres rurales, y también este propio activo que proporciona la naturaleza.

“Las mujeres productoras rurales son defensoras de los derechos de la Pachamama, de la madre tierra, porque es ella la que les provee del sustento diario a través de la siembra de semillas diversas que constituyen la base de la biodiversidad”, expresó Elena Villanueva, especialista del Programa de Desarrollo Rural del Centro Flora Tristán.

También responsable de un proyecto orientado al empoderamiento de mujeres productoras agroecológicas de seis distritos de Quispicanchi, en el sur andino Cusco, que cuenta con el apoyo de la Cooperación Vasca para el Desarrollo y de la institución Mugen Gainetik, Villanueva resaltó la estrecha relación de las mujeres con la tierra.

“Ellas conocen las propiedades de la tierra y la cuidan porque valoran este bien natural. Saben cómo sembrar y mantener su fertilidad, no la contaminan con el empleo de agroquímicos ni con prácticas agrícolas intensivas que la deterioran y cansan, como ellas mismas explican”, manifestó.

Cien productoras de los distritos de Andahuaylillas, Cusipata, Huaro, Oropesa, Quiquijana y Urcos han sido capacitadas por la institución feminista en género, derechos y buenas prácticas agrícolas, aumentando así su capacidad de adaptación al cambio climático y contribuyendo al desarrollo sostenible en sus comunidades

“En el Día de la Tierra, reconocemos y valoramos su rol no solo de cuidado de la Pachamama, sino de liderazgo en los espacios de decisión donde vienen planteando propuestas para la conservación de sus medios de vida”, remarcó.

Esta lucha de las mujeres rurales es por su acceso y toma de decisiones equitativas para garantizar los derechos de la tierra y que esta no sea concesionada para actividades extractivas, explotada ni contaminada.

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