En el Perú, cada día más de 100 niñas y adolescentes enfrentan embarazos que vulneran sus derechos

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En el Día de la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán alerta sobre la grave vulneración de derechos que enfrentan niñas y adolescentes en el país, y exige a las autoridades acciones urgentes para garantizar políticas públicas que aseguren educación, salud y protección, permitiendo que las adolescencias desarrollen proyectos de vida libres de violencia y discriminación.

Una realidad que no debe normalizarse. De enero a agosto de 2025, el Ministerio de Salud registró 24,065 casos de embarazo adolescente en menores de 19 años, incluyendo 533 embarazos forzados en niñas menores de 14 años víctimas de violencia sexual. Esto significa que cada día casi 100 niñas y adolescentes enfrentan un embarazo, y dos de esos casos corresponden a niñas menores de 14 años. Esta situación es aún más crítica en las regiones amazónicas y rurales, donde persisten barreras geográficas, culturales y económicas que limitan el acceso a salud y educación sexual.

  • En Ucayali:  1,561 casos (64 en niñas menores de 14 años).
  • En Cusco:    740 casos (17 en niñas menores de 14 años).
  • En Lima Metropolitana: 3,646 casos (51 en niñas menores de 14 años).

Estas estadísticas no solo reflejan números, sino también historias de vidas interrumpidas y sueños postergados. Para comprender la magnitud del problema, es necesario mirar más allá de los datos y reconocer los factores estructurales existentes como:

  • Débil acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, sobre todo en zonas rurales y amazónicas.
  • Implementación insuficiente de la Educación Sexual Integral (ESI) en las escuelas.
  • Condiciones socioeconómicas precarias que incrementan la vulnerabilidad de niñas y adolescentes.
  • Alta incidencia de violencia sexual, con respuestas institucionales insuficientes.

Sin una intervención integral, estos factores seguirán perpetuando la desigualdad y la violencia.

El embarazo forzado o no planificado pone en riesgo la salud física y emocional de las adolescentes. Además, provoca deserción escolar, limita sus oportunidades de desarrollo y perpetúa los ciclos de pobreza y exclusión. Cada embarazo forzado es también una forma de violencia institucional cuando el Estado no garantiza la protección ni la justicia.

El CMP Flora Tristán reitera su compromiso con la defensa de los derechos de niñas y adolescentes y exige a las autoridades:

  • Implementar la Educación Sexual Integral con enfoque de género, derechos e interculturalidad en las IIEE.
  • Garantizar servicios de salud sexual y reproductiva gratuitos, confidenciales y accesibles para las adolescencias.
  • Fortalecer los mecanismos de protección y justicia frente a la violencia sexual.

Estas acciones son urgentes e impostergables: el Estado tiene la obligación de proteger la integridad física y emocional de niñas y adolescentes, asegurando su derecho a decidir de manera libre, informada y sin presiones.

Flora Tristán reafirma su compromiso con la defensa de los derechos de niñas y adolescentes y exige al Estado peruano garantizar políticas públicas efectivas para prevenir el embarazo adolescente, implementar la Educación Sexual Integral, y asegurar servicios de salud y mecanismos de protección frente a la violencia.

«Nonra onana iti jake, jakon esebo jawekeskataxboki  xontakoira ikaxbi noa tootima iki ixon»-Educación, salud y protección son esenciales para prevenir embarazos adolescentes.

“Yachay, hampiqa, waqaychasqa kanki, ñawpaqtaqa wayna warmi wawachayta amachiypaq.” –

Educación, salud y protección son esenciales para prevenir embarazos adolescentes.