María Elena Moyano fue una destacada afroperuana y luchadora social. Nació en Lima en 1958 y fue madre de dos hijos, David y Gustavo Pineki Moyano. Desde niña mostró un fuerte espíritu de liderazgo y un profundo compromiso con su comunidad.
Estudió hasta el segundo año de Sociología, etapa en la que asumió la presidencia del grupo juvenil “Renovación”, dedicado a promover actividades culturales como el canto y el teatro, además de organizar charlas dirigidas a jóvenes para prevenir la drogadicción.

Su liderazgo se consolidó con la creación del Club de Madres “Micaela Bastidas”, espacio orientado a la defensa y organización de las mujeres de su comunidad. En 1984, ya militando en el Partido Unificado Mariateguista, fue elegida presidenta de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador (FEPOMUVES), cargo en el que fue reelegida en 1988. Durante su gestión, la federación —que entonces reunía a 105 presidentas de clubes de madres y 450 coordinadoras del programa Vaso de Leche— logró, gracias a la voluntad política del alcalde Michel Azcueta, asumir la dirección del programa Vaso de Leche, creado por la Ley N.º 24059 el 6 de enero de 1985.

En 1989 fue elegida teniente alcaldesa de la Municipalidad de Villa El Salvador, como parte de la lista del movimiento político Izquierda Unida, encabezada por Michel Azcueta. Su labor fue ampliamente reconocida por impulsar los programas de Vaso de Leche y de ollas comunes, iniciativas que fortalecieron la lucha contra el hambre y promovieron el empoderamiento de las mujeres.

El 15 de febrero de 1992, María Elena Moyano fue asesinada por el grupo terrorista Sendero Luminoso, crimen que conmovió profundamente al país. Al día siguiente, el diario La República tituló su portada con una frase que resumía su legado: “Y no podrán matarla”, recordándola como símbolo de valentía, solidaridad y esperanza para el Perú.

En 1993, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán publicó María Elena Moyano: en busca de una esperanza, cuya edición y coordinación estuvo a cargo de Diana Miloslavich. La obra ha sido traducida al inglés y al italiano, contribuyendo a difundir internacionalmente su vida, lucha y legado.