Igualdad de género en el ámbito del agua: Desafío pendiente

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Hoy 22 de marzo, en el día mundial del agua, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán hizo un llamado a los diferentes niveles de gobierno a colocar como una agenda prioritaria el acceso de las mujeres al uso y gestión del agua en condiciones de igualdad.

Sin agua no es posible ninguna forma de vida y pese a que el Perú tiene una gran diversidad hidrográfica, enfrenta graves problemas para garantizar su suministro a la población en cantidad y calidad suficiente debido a factores como el cambio climático y la contaminación de los ríos por las actividades extractivas.

Un área especialmente afectada es la agricultura familiar donde las mujeres rurales tienen una participación activa. Cerca de 700 000 se dedican a esta actividad a nivel nacional, quienes en la actualidad afrontan la creciente escasez del agua y los múltiples impactos en sus vidas y ejercicio de derechos.

“La pérdida de fuentes hídricas obliga a las mujeres y sus hijas a recorrer distancias más largas en busca del agua, tienen dificultades para el riego de sus cultivos que se pierden afectando con ello la cantidad de alimentos necesarios para el sustento de sus hogares, generando un cuadro crítico que daña su salud física y mental”, sostuvo Elena Villanueva, socióloga del Programa de Desarrollo Rural del CMP Flora Tristán.

Sin embargo -remarcó- ellas están liderando acciones para recuperar las reservas hídricas en sus comunidades pensando no solo en las actuales necesidades, sino las del futuro.

Destacó que, en comunidades campesinas de distritos de la provincia de Quispicanchi (Cusco) como Urcos, Oropesa y Quiquiquijana, las mujeres productoras han impulsado la construcción de qochas rústicas, zanjas de infiltración, amunas y reservorios, y también la forestación de las laderas con árboles nativos como el chacacomo y la queuña.

“Son obras de siembra y cosecha de agua que se nutren del saber ancestral de las mujeres y hombres, en las que además se han comprometido las directivas comunales para darles sostenibilidad y persistan en el tiempo los beneficios que hoy disfrutan las familias de acceder a mayor cantidad de agua para el riego de pastos, cultivos, hortalizas de los biohuertos de las productoras y las necesidades de sus animales”, puntualizó.

La especialista subrayó que estos aportes de las mujeres necesitan no solo del reconocimiento en los diferentes espacios de decisión comunal, sino de que se les garantice participación y decisión en los Comités de Regantes.

Si bien este desafío involucra directamente a las comunidades campesinas, también requiere del compromiso activo de los diferentes niveles de gobierno. “Una política de Estado que acelere los avances con relación a la igualdad de género en el ámbito del agua es urgente y necesaria en nuestro país”, planteó la especialista.