María Jesús Alvarado fue educadora, periodista, escritora y luchadora social. Nació el 27 de mayo de 1878 en Chincha, Ica, y es considerada una de las primeras teóricas feministas del Perú. Fue autodidacta, pues en su época las mujeres solo podían acceder hasta el tercer grado de primaria.

Desde niña desarrolló un profundo amor por la lectura, iniciándose con obras clásicas como La Ilíada, La Odisea y La muerte de Sócrates. A los veinte años inició su trayectoria educativa como maestra en una escuela fiscal y, años después, se desempeñó como periodista en el diario El Comercio.

El 28 de octubre de 1911, fecha memorable para el feminismo peruano, María Jesús Alvarado dictó en los salones de la Sociedad Geográfica de Lima su conferencia “El feminismo”, donde realizó un recorrido histórico sobre el rol de las mujeres en el mundo y en el país, exponiendo con claridad la urgencia de su emancipación y participación plena en la vida pública.

En 1913 se integró a la Asociación Pro-Indígena, desde donde escribió artículos en defensa de los pueblos originarios y en apoyo a la lucha obrera por la jornada laboral de ocho horas. Un año después, en 1914, fundó la organización Evolución Femenina, una de las primeras asociaciones feministas del Perú, dedicada a promover la cultura, la educación y la dignificación de la mujer peruana.

Su activismo la llevó a enfrentarse al poder político de su tiempo. En 1924 fue encarcelada durante el gobierno autoritario de Augusto B. Leguía, como consecuencia de su defensa de los derechos de trabajadores, campesinos y mineros frente a la Ley de Conscripción Vial y los abusos de la Cerro de Pasco Copper Corporation.

Tras su liberación, fue obligada a exiliarse en Argentina, donde permaneció hasta 1936. A su regreso al Perú, retomó con firmeza la defensa de los derechos de las mujeres y continuó su labor educativa y social.

María Jesús Alvarado falleció el 6 de mayo de 1971. En la actualidad, el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán custodia su colección completa de obras y objetos personales, preservando su legado como pionera del feminismo peruano.