Mujeres y movimientos
sociales en América Latina:
Ángela Ramos y Magda Portal, escritoras
políticas de pie en la Historia del Perú
Lady Rojas-Trempe*
Dos mujeres cultas, Ángela Ramos Relayze
(Callao, 6 de junio de 1896 – Lima, 26 de
julio de 1988) y Magda Portal (Lima, 27 de mayo
de 1901 – Lima, 11 de julio de 1989), entregaron
con profesionalismo su quehacer militante y su
escritura comprometida para que las transformaciones
socio-económicas, políticas, ideológicas,
culturales y artísticas empujaran a la
historia de las peruanas y de los peruanos del
siglo XX por los carriles de la democracia, la
justicia, “la igualdad y de esa madre adorada
que es la libertad”, según Ángela
Ramos (I 534) en su obra Una vida sin tregua.
¿Cómo se explica que esas escritoras
luchadoras desafiaran a las autoridades militares
y se rebelaran contra las sociedades semifeudales
y patriarcales del Perú y del continente
americano, en la primera mitad del siglo XX?
Dicha
época se caracterizó en el Perú
por el dominio religioso que dictaba el estatuto
y la posición que las mujeres debían
ocupar en la familia y la sociedad, por la agresión
del naciente capitalismo que golpeaba cruelmente
a los trabajadores, y por el abuso de los gobiernos
de turno que clausuraban periódicos, encarcelaban
o deportaban a los que intentaban cambiar las
estructuras. La asociación Evolución
femenina, que fundó y dirigió María
Jesús Alvarado desde el 21 de febrero de
1914, presionó al Estado para que reconociera
legalmente, entre otros, el derecho al voto femenino
y la ciudadanía jurídica para las
mujeres, que sólo lo lograrían en
1956.
En
1915, Alvarado funda la Escuela Moral y Trabajo,
que combina la educación de las jóvenes
con la práctica laboral. Dos años
más tarde, se crea en Huacho el Centro
de Estudios Luz y Libertad para "elevar la
condición moral, intelectual y económica
de la mujer." Por su parte los obreros se
sublevaron contra el capitalismo, formaron sus
asociaciones para exigir ocho horas de trabajo
y con la ayuda de dirigentes iniciaron el movimiento
anarco-sindical. En 1924, Haya de la Torre con
Magda Portal organizaron en México, el
Apra -Alianza Popular Revolucionaria Americana-,
y José Carlos Mariátegui fundó
en Lima, en 1928, el Partido Socialista.
A
través de su acción libertaria,
de su pensamiento cuestionador y de su profesión
con la palabra Ángela Ramos -de extracción
humilde- y Magda Portal -de clase media empobrecida-,
promovieron los ideales revolucionarios que se
forjaron en América Latina alrededor de
los sindicatos, el Partido Socialista que llegó
a ser el Partido Comunista del Perú y el
Apra en su primera etapa. ¿Cómo
se situaron Ramos y Portal ante la sociedad peruana
que, aunque en principio, relegaba a las mujeres
al hogar y a las responsabilidades familiares,
en realidad utilizaba y explotaba a las de clase
pobre como mano de obra barata en la naciente
economía industrial, comercial y en los
servicios domésticos; y aprovechaba a las
de clase media y más acomodada para contribuir
en la educación, las instituciones religiosas
y actividades profesionales?
Este
trabajo exploratorio hace dialogar con una perspectiva
de género, la historia y la literatura,
disciplinas que se influyen, configuran y alimentan
mutuamente, en especial a principios del siglo
XX en Perú, como se verá en los
textos de Ramos y Portal. En ese período
los dirigentes sindicales, anarquistas, universitarios
y líderes socialistas propiciaron las luchas
por reivindicaciones socio-económicas y
transformaciones políticas radicales que
pusieron el énfasis en una visión
comunitaria del mundo. Ángela Ramos y Magda
Portal adoptaron esa perspectiva colectiva para
actuar y escribir, de tal manera que su actividad
pública se conectara íntimamente
a su producción literaria autorial. La
literatura de ambas escritoras políticas
promovió cambios decisivos en la esfera
de la realidad peruana e indoamericana. Este hecho
importante confirma la concepción de Magda
Portal (1928) sobre cómo se debían
articular las obras literarias en su contexto
histórico. En este sentido Ramos y Portal
privilegian la literatura como una práctica
estética con función social. La
interpretación de sus textos artísticos
encuentra sentido si se los sitúa en el
marco cultural de la época en la que las
escritoras se autoformaron y evolucionaron.
1.
Ángela Ramos: una periodista sin pelos
en la lengua en la tribuna de la prensa
Desde
niña, Ángela disfrutó la
lectura de los Cuentos de Callejas y de las revistas
españolas La Ilustración Artística
y Álbum Salón, que su padre Francisco
Ramos Boza le procuraba. Sin embargo desde que
él le ofreció Robinson Crusoe, de
Daniel Defoe, la novela más popular de
aventuras marítimas, la afición
de la adolescente chalaca por los libros alimentó
su imaginación, agudizó su observación
y curiosidad, y le fue forjando el gusto y la
habilidad para escribir poesía.
Corría
el año 1914 de la Primera Guerra Mundial
y mientras la asociación liberal, Evolución
Femenina, reivindicaba el sufragio para las mujeres,
Ángela concluía sus estudios secundarios
en el Instituto Sabogal. Trabajó como secretaria
durante 4 años en la Pacific Steamship
Navigation Company que lanzó a su padre
a la calle con una mísera indemnización,
evitando así pagarle el derecho de jubilación,
a pesar de que él había laborado
más de 25 años. Este abuso que golpeó
al padre trabajador le agudizó la conciencia
clasista y le reveló a Ángela Ramos,
un trazo de su personalidad que no la dejaría
nunca: su actitud rebelde. La hija joven también
sufrió en carne propia el abuso de sus
patrones extranjeros, dueños de compañías
que actuaban como si también fuesen los
dueños del destino de la gente que con
su sudor les permitía enriquecerse. Esta
primera contradicción socio-económica
entre el capitalista y su familia obrera le mostró
el antagonismo de clases.
Ángela
Ramos manifestó, como empleada de la Compañía
inglesa de vapores, su total descontento y reclamó
aumentos económicos, pero al darse cuenta
que los ingleses no cedían su postura de
patrones explotadores, ella redactó en
1918 su primera carta de queja: "El sufrimiento
de la mujer que trabaja". Le consultó
a la escritora y dirigente feminista Zoila Aurora
Cáceres sobre la calidad de su texto. Cáceres
la apoyó para que continuara escribiendo
y, en el acto, la puso en contacto con Oscar Miró-Quesada
que publicó su carta en el diario El Comercio.
Ramos ingresó con ese gesto socio-político
de denuncia en la tribuna de la prensa limeña
y en el área pública, convirtiéndose
después en la primera reportera del Perú.
María Wiesse, otra escritora en formación,
amiga y colaboradora suya, le propuso un puesto
como comentadora y crítica cultural en
la Empresa de teatros y cinemas para reemplazar
a Abraham Valdelomar.
Estas
dos experiencias la impulsaron a Ramos a convertirse
en periodista autodidacta y le abrieron las puertas
de la mayoría de los diarios, semanarios
y revistas de Lima y del puerto de Callao. Sus
escritos conforman y modelan parte de ese corpus
peruano de la prensa escrita del siglo XX: El
Comercio, La Prensa, El Tiempo, La Crónica,
La Noche, Panoramas, Cascabel, Variedades, Mundial,
Amauta, Familia, Hoz y Martillo, Unidad, Oiga,
Monos y Monadas y La República. En dichos
voceros de información y debate ideológico,
la periodista Ramos publicó artículos
sociales y culturales, al principio bajo el anonimato,
pero después con nombre propio como una
profesional. También dirigió Bohemia
un "semanario ilustrado" que "aspira
a concentrar el movimiento intelectual de mejor
relieve" (II 166) en Lima. Armada con el
poder de la escritura combativa que llegaba a
los sectores populares y a la clase media, Ramos
se opondría de manera frontal al poder
de los capitalistas y a sus serviles aliados,
los gobernantes nacionales.
En
1928, la instigadora de los derechos humanos fundamentales
escribe con vehemencia y exhorta a sus lectores
a forzar al gobierno para que cese la ley de la
vagancia, “Alzo mi voz de mujer para pedir
al Jefe del Estado..., al Congreso de mi patria
y a los Poderes Públicos, que se derogue
esa ley... Yo pido a todas las mujeres que sientan
la responsabilidad de pensar y de sentir, que
me acompañen en este anhelo noble, grande
y humano.” (I 42) Desde antes de la década
del 20, Ángela Ramos se valió de
la autoridad de la palabra escrita y de su influencia
en los lectores, primero, como periodista para
redactar crónicas sociales, en las cuales
denunciaba el terror de tendencia fascista y las
condiciones infrahumanas impuestas por los poderosos
a las clases trabajadoras. Ramos defendió
con tesón a los sindicalistas porque eran
los portavoces de los obreros, a quienes “se
les persigue como a fieras, se les despoja de
su trabajo y de su casa y se les encierra por
tiempo indeterminado.” (I 7)
De
gran notoriedad fueron las campañas que
Ramos emprendió en La Crónica a
favor de: la liberación de los presos y
de los vagos, el saneamiento urbano y la arborización
del puerto de Callao, la implantación del
estudio de educación cívica en los
colegios, la formación de las mujeres para
votar y superarse intelectualmente, el trato respetuoso
de los niños para combatir la violencia
de los padres, tutores o patrones, y la calidad
ética del periodismo. Respecto a los encarcelados
y apoyándose en una tradición literaria
peruana y universal, Ramos manifestó que
se morían sin ser enjuiciados debido a
la ineficiencia del Poder Judicial, a la tuberculosis
y a la falta de cuidados médicos, higiene,
alimentos y compasión humana. La mujer
justiciera, llamada Sor Presa, utilizó
metáforas significativas con las que pintó
el ambiente dantesco de la cárcel, “pudridero
de hombres, ese antro infernal en el que aúllan
como perros rabiosos muchos seres.” (I 118)
Sobre la ley de la vagancia expresó “que
es de una felonía horrible, pues reduce
al hombre a la condición de esclavo, de
bestia humana, ya que se le obliga a trabajos
forzados, no se le paga ni el más mínimo
jornal, y se le azota a cuerpo desnudo.”
(I 41)
A
lo largo de su carrera, la periodista Ramos propuso
reformas socio-económicas que acabaran
con el trato injusto de los propietarios de fábricas
y compañías que despedían
a las obreras por “el delito de ser madres”
(I 5), o indemnizaban a los trabajadores ancianos
sin respetar la ley de la jubilación. Acusó
a los gamonales que trataban a los indígenas
campesinos peor que a los animales y luchó
para frenar la prepotencia de los representantes
del Estado represivo que, por un lado, mantenían
en la desocupación, la ignorancia y la
marginalidad a la población y, por otro
lado, se aliaban a los monopolios capitalistas
en detrimento de los intereses de los pequeños
industriales nacionales. Ramos fue una excelente
fustigadora de los gobernantes peruanos. Desde
su tribuna periodística que ligaba la palabra
a la acción, les exigió responsabilidad
política, probidad moral, bienestar económico,
justicia social y cultura para todo el pueblo.
La
siguiente “Carta abierta a Panchón”,
que publicó en Monos y Monadas (27-03-80)
firmada por Ángeloba, muestra la fuerza
provocadora y el carácter irónico
e irreverente del discurso de Ramos. En efecto,
una hablante incrédula y antimilitar adopta
la forma canónica de la oración
religiosa y trata a un presidente del Perú
como él se cree, Dios absolutista; pero
subraya, con burla farsesca, la falta de autoridad
de Panchón para resolver los problemas
socio-económicos que aquejan a la patria,
Mira, Padrecito, yo soy anticachaquista por naturaleza
y por efectos; pero tratándose de ti, Morales-
Moralitos, no creo en un Perú sin tu amparo
y protección. ¿Qué va a ser
de nosotros, padre? ¿De dónde vamos
a sacar a un Pitágoras como el zambo Ruete?
Tú y él son el perfecto binomio
Kiko-Caco que va a salvar el Perú. Tú
eres el aprendiz de brujo capaz de desatar los
elementos (huelgas, protestas, ocupación
de Iglesias, locales, embajadas, etc.), tú
sólo eres capaz, Señor del gran
Poder, de tener a miles de cretinos esperando
el 18 de Mayo. Quién si no tu adú
Silbatina Ruete puede conseguir trabajo para trescientos
mil peruanos. ¡Este es el paquetazo que
nos trae hoy y supera hasta Dios, echando la maldición
de “ganarás el pan con el sudor de
tu frente”! (I 503)
Muchas
de las enmiendas sociales que Ramos propuso se
fueron realizando, unas de manera inmediata como
el reconocimiento de los derechos vitales de los
presos y el despido de directores abyectos de
prisiones; pero otras como la abolición
de la ley de la vagancia tardó casi sesenta
años para hacerse completa realidad. Junto
a su militancia revolucionaria por los desheredados
del Perú, Ramos asumió su papel
de cronista cultural, reportera aguda y entrevistadora
crítica. En dicha función, sondeó
directamente las obras artísticas que salían
a la luz, así como a "las mujeres
de relieve" de la época, a los autores
y personajes que tuvieron importancia crucial
en el desarrollo de la vida política, cultural
e ideológica del Perú como César
Vallejo a quien lo unió una gran amistad
y mutua admiración. Cabe mencionar especialmente
los diálogos que entretuvo con el dirigente
del socialismo José Carlos Mariátegui,
las novelistas sociales Rosa Arciniega y Angélica
Palma, el periodista Genaro Carnero Checa, la
poeta Catalina Recavarren, la actriz Ernestina
Zamorano y el pintor José Sabogal.
En
tercer lugar, Ramos, además de ser una
aguda cronista socio-cultural, forjó su
escritura de ficción, publicó cuentos,
se hizo "versera" de coplas satíricas
y se reconoció como autora teatral. En
su poema "Mamita", que encanta por su
pícara jovialidad, el sujeto lírico
adopta la postura sensual y jocosa de una etnia
peruana menospreciada y manifiesta con espontaneidad
su anhelo amoroso, "Mamita yo quiero un zambo/
con la jeta colorada/ como los hay en Malambo/
con candela en la mirada." (II 227) En un
artículo titulado "Divagaciones de
una fea" expresa con pasión la voz
ardiente del deseo carnal de una mujer contenta
de serlo, "Hoy por fin comprendo que 'ese
no sé qué' de los poetas hacia algunas
mujeres es un 'sí sé qué'
y circula en la sangre, serpentea en el cuerpo,
llamea en los ojos, revienta en la boca, néctar
infernal y divino y se oculta en las entrañas
del carnoso fruto que pende del árbol de
la vida." (II 502)
2.
Siempre en la izquierda vanguardista antes y después
del Partido Socialista de José Carlos Mariátegui
Ángela
Ramos y Magda Portal adoptaron la cultura como
elemento clave de superación humana, espiritual
y de enseñanza popular. En efecto, ambas
escritoras percibían con justeza que la
sociedad no podía avanzar sólo con
la rueda de la economía, era necesario
también desarrollar el saber y los conocimientos,
asegurar las bases culturales, la libertad intelectual
para todos y facilitar la capacidad de aprender
y de renovarse. Con esa actitud sabia, que aseguraba
que el nivel cultural de un pueblo determinaba
también su prosperidad o su ruina, Ramos
propuso en vísperas de la fiesta de los
trabajadores en 1919, “se trata de que en
ese día las compañías dramáticas
hagan subir a escena la obra socialista Juan José
de Joaquín Dicenta, en homenaje a este
paladín de los derechos del obrero... En
estos momentos en que todo el mundo tiende al
socialismo, todos, absolutamente todos debemos
confesarnos obreros y comprender que el 1ero de
mayo es una fiesta humana universal.” (I
390-391) Su conciencia política de que
el socialismo podía transformar las condiciones
de las relaciones humanas y laborales, la empujó
a Ramos a adherir a esa gran epopeya roja que
despertó la esperanza y atizó la
lucha de muchos pueblos en el mundo y en especial
en América Latina para arrasar con el vasallaje
del imperialismo americano y las desigualdades
sociales. La esperanza y fe de esta militante
política se sintetiza en un texto histórico
que denominó "Mi credo" y que,
en gran parte, vuelve a reposicionar con ambición
histórica el utópico plan panamericano
de Simón Bolívar y de José
Martí,
Creo
en América Todopoderosa creadora de un
cielo único y de una tierra salvaje y ubérrima;
Creo en el Americanismo su hijo único concebido
por obra y gracia del Espíritu Nuevo; que
nació de la selva virgen, fue crucificado,
saqueado y robado bajo el poder de Cortés,
Valdivia y Pizarro; descendió a los infiernos
de la Conquista; al tercer día (tres siglos
de horror) resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está de pie
sobre el Ande Todopoderoso; que desde allí
ha de juzgar a los vivos (americanos) y a los
muertos (europeos); creo en el Espíritu
Nuevo americano; en la sana madre tierra incaica-azteca-gaucha-araucana;
en la Comunión de las 18 repúblicas
americanas -desde Popocatepelt hasta la Tierra
del Fuego- en el perdón y misericordia
de los pecados de España; en la resurrección
de la carne y del nervio de América y en
nuestra vida perdurable. (II 160)
Al
revelar sus convicciones antiimperialistas por
una América libre, Ramos sabía que
la gente proletaria podía transformarse
y mejorar con la educación y la lectura.
Cuando Ramos trabajó en la Cámara
de Diputados de 1943 a 1969, se encargó
de la Biblioteca y desarrolló la tarea
cultural que habían adoptado antes Jorge
Basadre y José Carlos Mariátegui,
el padre de la editorial Amauta. Ramos impulsó
"el interés por la buena lectura y
por la del libro peruano en particular" con
el fin de "crear la fuente a donde han de
beber los que tienen sed de saber." (II 164-165)
Antes
de que se asentara en Perú la práctica
del programa socialista, Ramos sintió profunda
simpatía por los movimientos anarquista
y sindical que combatieron en la arena política
defendiendo a los obreros y arrancaron con sangre
el reconocimiento legal de sus derechos. Ramos
también aprendió del temple de dos
escritoras que dirigían el vocero anarcosindicalista
La crítica y se comprometieron con la justicia
social. Ramos recuerda en sus entrevistas a dos
"mujeres que han sabido abrir el camino"
para luchar por las capas más desvalidas
de la sociedad, "una que hizo huelga de hambre
en el Callao porque se subió el precio
de la subsistencia… Ella se llamó
Miguelina Acosta Cárdenas y ven, ella provenía
del campo anarco-sindicalista. La otra mujer fue…
la primera voz que se alzó en el Perú
en favor de la raza indígena. Fue Dora
Mayer… ella también escribía
en los periódicos y siempre lo hacía
en favor de los pobres y de los problemas de la
clase pobre." (II 418)
A partir de 1926, Ángela Ramos colaboró
en las revistas Mundial y Labor, asistió
a las tertulias del Rincón Rojo y estrechó
lazos con José Carlos Mariátegui,
el dirigente intelectual y político que
le impactó más durante toda su existencia
por su fe, integridad y lucha para trasformar
el orden social, y que fundara dos años
más tarde el Partido Socialista en Perú.
La militante discípula afirma con claridad
y cariño, "José Carlos me enseñó
a pensar, a saber que venía un mundo distinto
del que vivíamos en aquellos días."
(II 386)
En
1931, Ramos adhirió al Comité Central
del Partido Comunista Peruano, se responsabilizó
del Socorro Rojo Internacional para defender a
los presos políticos, cumplió con
las tareas de agitación y propaganda, participó
en los mítines, y pagó su militancia
con dos encarcelamientos en la época de
los caudillos Augusto B. Leguía (1919-1930)
y de Luis Sánchez Cerro (1930-1933). Es
importante señalar que Ramos, Mariátegui,
Portal y los comunistas entendieron la situación
de la mujer desde el punto de vista de la clase
social y no del género, por eso propugnaron
la prioridad de la lucha económico-política
para instaurar el socialismo, sistema colectivo
que favorecería la independencia plena
para todos los trabajadores, mujeres proletarias
y de clase media.
Sin
embargo, no se puede pasar por alto el antidogmatismo,
el espíritu crítico de Ramos y su
feminismo socialista a pesar de las reservas que
manifestó al respecto. ¿Cómo
no entender su confesión cifrada "me
duelo de haber sido una mala marxista, pero me
alegro de haber sido una gran agitadora."
(II 392)? ¿Cómo no apreciar su crítica
hacia la actitud despectiva del dirigente comunista
Eudocio Ravines que "sí tenía
una fuerte antipatía frente a la participación
política de las mujeres," (II 398)
y frenó su entrega?
En
1985, Ramos afirmaba "creo que el machismo
en el Perú sigue vivo y por una sola razón:
todas las leyes las hacen los hombres." (II
417) La intelectual Ramos critica, "El mismo
sistema educativo es de tipo sexista y discriminatorio
para la mujer, la ubica siempre en el segundo
plano. O sea, desde el colegio se les inculca
un sentimiento de debilidad e inferioridad frente
al hombre.” (II 417-418) Es importante recordar
que en la primera mitad del siglo XX, Ramos, Portal
y otras dirigentes empujaron para que la mujer
participara en la vida pública y política
de Perú. Más tarde Ramos sostendrá
con ahínco, "conviene que la mujer
vaya al Parlamento y haga política femenina."
(I 486-487) Para ello escoge a "las que han
luchado, trabajado y sufrido, sean mujeres de
su casa, maestras, profesionales o empleadas;…
las que sean valientes, enérgicas, cultas
y pongan en la palabra y en los hechos lo que
el varón no es capaz de advertir; ojos
humanos y profundos para contemplar la vida y
sus problemas." (II, 497)
Durante
su vida Ángela Ramos se mantuvo hermanada
con el presente y el futuro históricos
del Perú y de América, siempre junto
a los más desamparados de la sociedad.
Apoyó, debatió y propugnó,
pero también criticó abiertamente
los planes y errores de los movimientos del socialismo,
indigenismo, feminismo liberal y de los grupos
de vanguardia y de izquierda. En nombre de las
clases pobres puso todas sus palabras duras y
pícaras en los textos, su entusiasmo y
energías en la acción con el fin
de apurar la liberación y el reconocimiento
de los derechos de los vagos, presos y trabajadores
peruanos. Se impuso de manera voluntaria y partidaria
ser guardiana atenta del cumplimiento de las leyes
laborales y celadora justiciera de la menor violación.
De esa manera, no sólo aprovechó
de la comunicación escrita y oral mediante
las cuales chicoteó públicamente,
en crónicas periodísticas y en sus
poemas sarcásticos, a las autoridades que
infringían sus propias leyes o a los patrones
y gamonales abusivos; sino que mostró otras
rutas más democráticas que permitieran
a las capas sociales más relegadas: instruirse,
conocer y discutir sus derechos, movilizarse para
reclamarlos y velar por el respeto de las libertades
individuales y cívicas.
La conciencia política y el ideario socialista
de la época impulsaron a Ángela
Ramos a desafiar y cuestionar dictaduras cruentas,
legislaciones medievales, sistemas corruptos y
toda ideología caduca. A nosotros nos toca
rescatar esta figura señera del periodismo
peruano que pulsó los males sociales de
su tiempo, contribuyó a extirparlos y se
mantuvo de pie en la tribuna escrita con una visión
colectiva de la historia. El 13 de enero de 1922,
Juan José Lora escribía una apología
de la escritora Ramos en Mundial,
Ángela
Ramos es, sin comparación y sin ejemplo,
la única mujer con corazón, con
cerebro y con cultura que escribe en Lima; en
el Perú… Sobre el desierto espiritual
y mental de la metrópoli, sobre el desierto
del periodismo limeño, atestado de camellos
jorobados de limitaciones, de chauvinismos convencionales
y mercenarios hipócritas, el alma oasista
de Ángela es como una palmera. (II 92-93)
Al
lado de esas alabanzas y en plena campaña
contra la ley de la vagancia en 1928, Ramos se
enfrentó a un periodista que firmaba Angel
Bueno y trató de humillarla con insultos
que reflejaban la típica postura de un
machista. La periodista desarmó los calificativos
de "sensible", "llorona",
"nerviosilla contrincante", "calabazas
sin semillas" que se asociaban a ella y a
las mujeres que se atrevían a pensar, a
luchar, pero sobre todo a expresarse públicamente.
Ramos disolvió con ironía demoledora
todas las dicotomías discriminatorias y
puso el énfasis en la razón, el
trabajo y la creatividad para valorar a un sujeto
plural. La cito, "cuando más conozco
a los hombres de mi patria, tanto menos creo en
las rebeldías varoniles" o "las
mujeres de energía y de valor no lloran,
sino que hacen, laboran. Las mujeres de mi tierra
han desacreditado tanto las lágrimas que
francamente, detesto a las lloronas." (II
46-47) La misma escritora se autorretrató
como personaje político consciente del
valor de su libertad individual en el poema "Semblanza"
de 1954, "He nacido rebelde y no quiero ser
domesticada/ ni en nombre de los nombres, ni del
dinero ¡nada!" (II 213)
En
este siglo XXI, Ángela Ramos aparece como
una pensadora aguda, escritora impúdica
y versera alegre que se impuso en la sociedad
autoritaria y machista del Perú por la
fuerza de su convicción placentera en una
existencia justa y digna que respetara la integridad
de sus principios culturales y libertarios.
3.
Magda Portal: ideóloga socialista de los
proletarios del Perú y de América
Magda
Portal compartió con Ángela Ramos
la visión transformadora del socialismo
y la propuso en su primer ensayo Frente al imperialismo
y defensa de la Revolución Mexicana. (1931)
De un lado, atacó la naturaleza explotadora
del capitalismo americano y su penetración
en los demás países y, del otro
lado, exaltó los principios de la reforma
agraria impulsados por la Revolución Mexicana.
Este movimiento político en suelo de América
y la ideología proletaria de la Revolución
Rusa le servirían para reforzar, primero,
su plataforma política y estética
en América y, segundo, su oposición
a la burguesía y al sistema fascista que
en Europa fomentaban las Guerras Mundiales.
La
obra política y poética de Magda
Portal muestra de qué manera esta mujer
ideóloga entendió las mutuas relaciones
entre lo personal y lo colectivo, cómo
el ámbito de su acción libertaria
partió de su experiencia personal y familiar,
que le sirvió para afirmarse defendiendo
los derechos sociales de los trabajadores, de
qué forma su comportamiento ético
la llevó a rebelarse contra las inequidades
en todas las esferas de la vida pública
del Perú y de América.
Designada
Escritora de las Américas en México
en 1981, por su rica producción poética,
narrativa y ensayística, es según
Dan Reedy, "una de las mujeres más
destacadas del siglo XX en la vida literaria y
política de los dos hemisferios."
(2000) A Portal le tocó ser, a fines de
la década del veinte, la única mujer
ideóloga que participó en la formación
del movimiento internacional del Apra siendo miembro
del Comité Ejecutivo Nacional del Partido
Aprista Peruano. (1928) Como dirigente nacional,
Portal elaboró y promovió, durante
las décadas del treinta y del cuarenta,
la doctrina del Apra y redactó los documentos
que orientaron el trabajo propagandístico
y cultural de la Sección femenina para
"dar una información política
a esas mujeres." (1977 215)
En
1946, Magda Portal organizó la Primera
Convención de Mujeres del APRA, donde reconoció
nuevamente la participación directa de
éstas en las luchas populares y pidió
el derecho de ser consideradas, “miembros
ejecutivos dentro del Partido”. El incumplimiento
de esa exigencia política le mostró
el abuso y la prepotencia del poder masculino
que la llevó a retirarse del APRA. (Roland
Forgues 1991 55) En dicho evento histórico
para las mujeres del Perú, se agudizó
el inconformismo de Portal y denunció la
posición chovinista y la traición
de Haya de la Torre a los ideales socialistas
que animaron al partido en su fundación.
Magda
Portal trabajó, como Ángela Ramos,
desde joven para subvenir a sus necesidades familiares.
Sin embargo acudió a clases nocturnas en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En
1923, dicha institución le otorgó
el Primer Premio de los Juegos Florales de Poesía,
pero ella no lo aceptó porque se encontraba
"el tirano Leguía." (1946 2)
Una vez que Portal se instaló en Bolivia,
en 1925, con Reynaldo Bolaños, su segundo
compañero e intelectual conocido como Serafín
Delmar, ambos impartieron conferencias sobre las
relaciones entre el arte comprometido y la realidad,
colaboraron con Bandera Roja, un periódico
universitario para trabajadores, y publicaron
su libro de cuentos El derecho de matar. (1925)
A su regreso a Lima en 1927, Portal estrechó
vínculos políticos y artísticos
con Mariátegui, recitó "versos
revolucionarios" para los trabajadores peruanos
que publicó en la revista Amauta.
También
en esa insigne revista de alcance nacional e internacional,
en el mismo año 1927, apareció su
propuesta artística vanguardista "Andamios
de vida" que según Melvin S. Arrington,
Jr. (1995) es "la base intelectual que justifica
la aparición en escena literaria de lo
que ella llamó 'el arte nuevo'." (149)
Sería fructuoso establecer la intertextualidad
literaria de Portal con las obras de los intelectuales
que debatían en las Europas o en Asia sobre
las funciones del arte y el sentido de la belleza
en un mundo convulsionado por las contradicciones
del capital y de la guerra.
4.
Magda Portal y su búsqueda literaria, poética
e histórica de "la mujer nueva"
“Magda
Portal es la fundadora de la poesía moderna
escrita por mujeres en el Perú”,
afirma Roland Forgues. (1991 14) Para entender
esa conclusión con propiedad, interesa
sondear brevemente cuál es la base política
que sostiene la concepción poética
y ensayística que defendía Magda
Portal sobre el papel de los escritores y artistas
en la sociedad. De esa manera, aflorará
el sentido de sus inquietudes socialistas y críticas
de la historia de la literatura en América
para abordar luego cómo las aplicó
en su escritura, especialmente la motivada por
la condición de la mujer en el Perú.
El nuevo poema i su orientación hacia una
estética económica (1928) traza
una preceptiva americana anticolonialista, histórica
y marxista mediante la cual plantea la ética
de los escritores y el valor artístico
de las obras que tienen en cuenta el “fondo
social”, “los signos rebeldes”
(12) “el sentido proletario de la belleza”
(15) y “los anhelos libertarios que conmueven
al mundo” (22). Portal favorece la verdad
objetiva y la epistemología del arte por
el signo clasista, como se verá en el análisis
de su poesía.
"Dos
poemas proletarios para los compañeros
de Vitarte" (1929) comprenden: "Palabra
de esperanza" y "El hijo". Es evidente
que la carga política del mensaje, el estilo
sencillo y el destinatario popular a quien se
dirigía, respondían a una concepción
socialista del arte al servicio de la causa revolucionaria
de dicho periodo crucial. En el primer texto,
la poeta misionera orienta el destino de los obreros,
pero ella misma se siente obrera fiel a la acción-palabra,
por ello los insta al combate y se incluye en
él, "Luchemos, compañeros."
(20)
En
el segundo poema, "El hijo", esboza
con mucha ternura los deseos legítimos
de una madre del pueblo peruano hacia su niño
desvalido porque éste representa el futuro
de la patria, aunque carece de todos los recursos
naturales para sobrevivir, "Para él
quería el sol/ y los caminos - y la tierra/
y el pan sin trabas/ y todo lo que nunca poseemos
los pobres." (23) El motivo infantil continúa
atizando su verbo profético en el poema
"Imprecación" (1965 190-192)
cuando dice "... tú niño-poeta/
caído con la flor de tu entusiasmo/ eres
mensaje escrito en la próvida tierra/ símbolo
y acicate imprecación y reto." (191)
La niñez se convierte en aguijón
y metáfora de otra dimensión virtual
y mejor que la realidad de escasez de los veinte.
También en el poema "Trasluz",
la hablante se identifica al "Niño
curioso como en todo/ mete los dedos meto yo los
ojos/ y aguaito mi infantil angustia/ de saber
de violar todo secreto./ Me roe la pregunta…"
(84)
Ese
anhelo gnoseológico de aprehender y entender
el mundo que la rodea, impulsa a la mujer con
la actitud maravillada de su infante interior
a conocer tanto las causas de las desigualdades
socio-económicas y sus consecuencias terribles
en la gente humilde del Perú y de América,
como la resistencia que debe fomentarse ante los
abusos patronales y ante los medios represivos
de los gobernantes. La curiosidad y el conocimiento
le permiten al sujeto poético buscar soluciones
colectivas, proponer acciones y ponerlas en práctica.
"En
su poesía nos da, ante todo, una límpida
versión de sí misma. No se escamotea,
no se mistifica, no se idealiza. Su poesía
es su verdad" (1959 282), anotaba su crítico
literario y "maestro de juventudes"
José Carlos Mariátegui, refiriéndose
al primer libro de Portal, Una esperanza i el
mar. (1927) Destacaba en su poética: valor
personal, sentido dramático y tono testimonial.
Se puede agregar que la voz de la hablante retoma
con fuerte convicción la voz colectiva
que clama en "Grito", "Canto proletario"
y "Frente a la vida" por la igualdad
social para los seres desprotegidos. Estas notas
persistirían también en sus poemas
de corte socio-político de 1929 y en los
que conforman Costa sur (1945), que recogían
experiencias y problemas urgentes que necesitaban
soluciones inmediatas. Así, en medio de
los combates para reclamar el pan y la libertad,
se impuso su vocación de orfebre poética
que impulsó a Portal, no tanto a pulir
la forma como a sopesar su efecto y comunicar
sentido pleno a las palabras que "salen atropelladas
como torrentes salen/ las palabras azules las
rojas las violadas/ y vuelcan su tormento y oscurecen
auroras/ y se abren como heridas desangradas."
(1965 82) La poesía exhorta con el canto
o el grito a la acción popular.
El
poema "Imprecación" expresa la
filosofía lingüística y política
de Portal. Las palabras son armas vacías
e inútiles que deben llenarse de contenido
para reparar las injusticias, por eso exhorta
para que un sujeto plural las aliste, "Cargadlas
de semilla subversiva/ Cargadlas de metralla de
banderas/ acumulad en ellas los clarines/ que
suenen y resuenen a rebato/ a grito herido/ a
imprecación / a reto." (1965 190-191)
La
hablante guerrera no puede celebrar la vida miserable
ni la sociedad antagónica de clases, por
eso se siente obligada a denunciarlas con tono
firme para borrar sus significaciones de oprobio
y humillación. En la última estrofa
exige, "Usad palabras como antorchas/ para
alumbrar la noche de los pueblos/ como picas y
palas o martillos/ o llamas desatadas para incendiar
los campos enemigos." (192) Las palabras
son instrumentos para actuar que se convierten
en la transformación misma.
Portal
busca además la génesis de su estirpe
conspiradora y transgresora en el poema de homenaje
histórico titulado "Palabras a Micaela
Bastidas". (1965 200-203) Encuentra su cuna
en la figura "de fiera herida/ de madre desgarrada/
de matrona de la más pura estirpe"
de esa heroína ejecutiva que dirigió
a las tropas tupacamaristas e independentistas
a conservar su América india, comandante
que se hizo "fuego/ y pasión por la
patria de tus mayores/ y el dolor de tu raza".
Bastidas
"legionaria" y "guerrillera inmortal"
encarna a los ojos de Magda Portal lo que significan
"todas las virtudes femeninas"; por
eso proclama "Sigues de pie…/ Alta
de pie sobre los Andes" velando de nuevo
la Historia de resistencia de ella, su amado Túpac
Amaru y su pueblo en el siglo XVIII, pero también
de los campesinos del siglo XX en plena batalla
anticolonialista, ya no contra España,
sino contra los Estados Unidos. Más tarde
Portal confiará en una entrevista que “Micaela
Bastidas era superior a Túpac Amaru moralmente
y como valor.” (Forgues 60)
El
paradigma poético de Micaela Bastidas,
mujer india que engendró tres hijos con
José Gabriel Condorcanqui, cacica que cogestó
el más grande movimiento de independencia
americana, manifiesta sin lugar a dudas la opción
consciente que Portal quiso emular en vida con
la misma entereza y dignidad. A través
de los versos de la poeta política, los
lectores se dan cuenta que el suplicio de la muerte
de Bastidas no tiene parangón en la historia
de los pueblos por la crueldad y la saña
españolas: su homicidio brutal, cómo
desmembraron su cuerpo inerte y quemaron sus piernas.
La pluma de su heredera no recoge los gestos salvajes
de los verdugos que, guiados por orden del Visitador
Arreche, presentaron al pueblo cuzqueño
el espectáculo de los asesinatos grotescos
con el fin de amedrentar al pueblo y poner punto
final a la sublevación indígena.
A Bastidas le cortaron la lengua, la agarrotaron,
violentaron su cuerpo de mujer, la ahorcaron delante
de Fernando -su hijo de doce años- y de
su marido, pero no murió vencida. Portal
invoca a Micaela Bastidas una "mujer nueva"
para que se manifieste otra vez con todo su esplendor,
poder político y verbo convincente, "vuelve
a asumir tu cetro de luchadora insigne/ Asómate
desde tu inmortalidad y dicta nuevas proclamas/
a tus indios…/ Diles que está presente
aún el genio de tu raza." (202) Parece
que Portal había leído los documentos
oficiales y las cartas de Micaela Bastidas. En
la primera de ellas, Bastidas se dirige a los
Gobernadores Don Agustín y Don Lucas Núñez
de la Torre y Don Matías Canal y les expresa
el derecho de los indígenas a que los europeos
los consideren iguales y con respeto, "no
hay razón de que nos estropeen, y traten
como a perros, fuera de quitarnos con tanta tiranía
nuestras posesiones y bienes estando en nuestras
tierras." (10-11)
¡Qué
lejos nos encontramos de las imágenes de
seres débiles que la historia y la cultura
españolas ensalzaron alrededor de los hijos,
el marido, las ollas, el credo religioso y las
virtudes celestiales! Portal recupera con trazos
sólidos la talla de una mujer libre, segura
de sí y de sus convicciones políticas
que se movió en el campo de batalla para
acabar con el colonialismo español, que
adoptó la misión colectiva de rescatar
a América de las garras extranjeras, que
se sirvió de su astucia, inteligencia,
puesto de mando, género y de su etnia para
engrandecer a su pueblo y merecer la tierra libre
legada por sus ancestros. Este soliloquio poético
e histórico de Magda Portal con su madre
indoamericana, Micaela Bastidas, subraya la bravura
de la mujer indígena peruana en las gestas
liberadoras de América y obliga a mirar
la historia hacia atrás.
En
el poema "Actitud", una emisora anuncia
el retrato de sí misma como mujer que en
su afán de encontrarse y de ser fiel a
su humanidad y vocación social quiere "despojarse
de todo lo superfluo/ la inútil vanidad
y el deseo y el miedo/ y el amor y la dicha y
la ambición y el sentimiento./ Y así
limpia de trabas de ataduras y lastres/ ascender
liberada." (1965 83) Tanto el personaje histórico
de Micaela Bastidas como este sujeto de "Actitud"
destrozan los estereotipos de lo femenino tradicional
que se ha asociado al único espacio de
la casa, las emociones y la espera. Nos proporcionan
otros modelos de sujetos nuevos más complejos,
desafiantes y cuestionadores. Bien lo decía
el Amauta, "Magda no es sólo madre,
no es sólo amor. ¿Quién sabe
de cuántas oscuras potencias, de cuántas
contrarias verdades está hecha un alma
como la suya?" (1928 256) La hablante lírica
tomaría en sus cuartetos de "Anhelo"
la decisión de autofigurarse de manera
libre, no asociada con los seres del cosmos vegetativo,
sino con el símbolo del ave, "No quiero
más ser yedra ni ser musgo/ ala yo siempre
fui ala ligera." (1965 80)
El
género lírico por su naturaleza
y extensión no le permitía, sin
embargo, a la poeta Portal sino "dejar constancia
del propio ser" de "algo que diga cómo
amaneció la vida en mi camino, las palabras,
el canto" (1965 19) o de confirmar su anhelo
en el poema "Liberación" de Los
poemas torturados, "Un día seré
libre, aún más libre que el viento,
será claro mi canto de audaz liberación."
(En Ramiro Lagos 1991 273)
Para desarrollar el programa socialista de su
partido, la ideóloga política acudió
al ensayo, el género literario que se prestaba
mejor al razonamiento, a la exposición
coherente de sus postulados y al proselitismo
partidario, con el fin de ganar el apoyo y la
adhesión al Apra, de la población
femenina de "clase media y popular."
Su
ensayo Hacia la mujer nueva (1933), de una importancia
capital en el desarrollo de su feminismo socialista,
consta de 4 partes y unos apéndices. La
primera parte más larga, "Posición
de la mujer Peruana" contiene 19 subtítulos.
Las otras tres son breves y cuentan sólo
una sección, la segunda se titula "La
mujer Aprista y el hogar", la tercera, "La
liberación de las mujeres será la
obra de las mujeres mismas" y la cuarta,
"Hacia la mujer nueva". En la primera
parte, Portal reconoce en el pasado: la batalla
patriótica de Francisca Zubiaga de Gamarra,
las "tendencias extremas" de Flora Tristán
y el indigenismo de Clorinda Matto de Turner.
En las tres primeras décadas del siglo
XX constata: el fracaso de la plataforma liberal
de Zoila Aurora Cáceres para obtener el
sufragio y critica, "los enunciados 'feministas'
pasados de moda, donde las conquistas para el
sexo femenino son hechos con 'cuenta gotas'"
(49), la actuación política anti-leguiísta
de María Alvarado Rivera, la lucha proletaria
de la anarquista Miguelina Acosta Cárdenas,
la defensa indigenista de Dora Mayer de Zulen,
pero también su alianza con la tiranía
del civilismo, y "la participación
anónima de las trabajadoras organizadas,
actuando en los movimientos huelguísticos."
(6) Contiene sobre todo la historia de las protagonistas
obreras en su emancipación socio-económica
y política en el Perú, en las tres
primeras décadas del siglo XX.
Portal
analizó con una metodología dialéctica
la situación de marginación total
y dependencia de la mujer en la sociedad peruana,
reveló su estado de "víctima
en mayor proporción que el hombre, de la
explotación capitalista-imperialista…en
condiciones de desigualdad insufrible ante las
leyes, soportando toda clase de humillaciones,
trabajo excesivo, sueldos y salarios miserables."
(57) Encontró también las raíces
de la opresión femenina "no como sexo,
sino como parte integrante de la clase social
explotada." (8) Por esa postura excluyó
a las sufragistas, mujeres de clase alta, y no
apreció en su justo valor el feminismo
liberal sino hasta 1983. Sin embargo reconoció
el moldeamiento cultural de "la mentalidad
feudal-burguesa" en las mujeres y de "la
religión católica [que] le ha dejado
su tremenda huella de inferioridad y sumisión."
(9) El "Aspecto cultural de la mujer"
presenta una actitud feminista importante para
la época, "el propio desprecio con
que todavía se mira cualquier actitud de
emancipación femenina en el orden cultural,
es demostración palpable de nuestro grado
de incultura." (18)
En
las tres últimas partes de su ensayo Hacia
la mujer nueva aparecen citas de personajes históricos
como Sócrates, Federico Engels, Mahatma
Ghandi, André Maurois y Alejandra Kollontay,
que ilustran el propósito de Portal de
esclarecer el sentido de la expresión "la
mujer nueva" en una sociedad en la que podría
afirmar su individualidad, libertad, placeres
para sí e igualdad social, económica,
cultural y política con el hombre. Su intención
era contrarrestar "el viejo espíritu
medieval" (51) que imperaba en las mujeres
y en la sociedad del Perú. Portal decía
"Si de algo adolece la mujer, aparte de la
negación de todos los otros derechos, en
especial el de su libertad, es el no haber tenido
nunca opción a expresar su personalidad."
(53) Portal buscaba un modelo que respondiera
a las exigencias revolucionarias del momento y
después de desmontar los patrones europeos
y norteamericanos de la asexuada, la garzona y
la flaper "que posee una cultura y cierta
dignidad", (52) ofreció "el tipo
de mujer revolucionaria, valiente, enérgica…
que habrá de luchar 'como los hombres'
y olvidarse de que es mujer." (52) Se refería
a los prejuicios culturales que propugnaban lo
femenino como pasivo, doméstico y frágil.
Vale rescatar por su trascendencia política
en la historia del movimiento feminista en Perú,
la propuesta de Portal cuando sostenía
que la mujer,
"está
en el deber de luchar por conquistar todos sus
derechos. Pero luchar, no como un apéndice
del hombre, como su complemento indispensable,
dependiente de sus altas y de sus bajas y atenta
a sus instrucciones. Sino como un elemento consciente
y activo, que tiene reivindicaciones propias y
que asimismo, tiene capacidad y autoridad suficiente
para reclamarlas." (48)
Portal
se dio cuenta de que la cultura del pasivismo
y la ideología pequeño-burguesa
pretendían la inferioridad de la mujer
"disimulada unas veces con el pretexto de
su debilidad orgánica, otras por rendición
galante del varón, otras francamente lesivas,
por considerársela incapaz." (56)
Dicha mentalidad discriminatoria y actitud sexista
impedían que las mujeres pensaran libremente,
por ello Portal las exhortaba a su propia transformación.
No obstante, nuestra luchadora estaba convencida
de que sin la igualdad social, la adquisición
de condiciones económicas justas y la práctica
de la democracia política, la emancipación
de las mujeres sería una simple ilusión.
Es importante al respecto referirse a su "sucinta"
información que titula "Situación
de la Mujer en el Perú", y que aparece
50 años más tarde (1983) en donde
insiste, primero, que "la gran mayoría"
de las mujeres se identifica con el sello de "Ama
de Casa" demostrando su total marginación
social y dependencia jurídica; segundo,
"que existe un buen porcentaje… que
han logrado romper los obstáculos y los
prejuicios que las ataban a la ignorancia, al
ocio y el conformismo" (17); y tercero, que
la mujer indígena, sirvienta doméstica
en las ciudades a finales del siglo XX "sigue
sometida a una situación aberrante, rayana
con la época del pongaje o la esclavitud."
(18)
El
otro ensayo Flora Tristán, La Precursora
(1946) empezó siendo una conferencia magistral
a pedido de Felicia Vergara, dirigente socialista
que organizó el Primer Congreso Nacional
de Mujeres de Chile, en octubre de 1944. Al inicio
de su ponencia, Portal recuerda a su audiencia
chilena el camino por recorrer, "En nuestra
América no ha conquistado la mujer el puesto
que le corresponde." (10)
Fue
sin duda leyendo Peregrinaciones de una paria
(1837) de Flora Tristán, que le sirvió
para preparar su texto, que Portal percibió
el carácter radical de esa mujer, la autonomía
creadora de su personalidad y el activismo político
de "la precursora del feminismo y de las
luchas por la reivindicación de las clases
explotadas." (11) El combate personal y social
de Tristán pertenecía a muchas mujeres
que deseaban obtener la herencia familiar, el
divorcio y "el derecho de la madre para legar
su apellido a sus hijos" (23). Por medio
de la travesía infructuosa de Flora en
la patria de su padre aristócrata Tristán
Moscoso y del encarnizamiento que sufrió
en vida por parte del marido violento y del tío
peruano Pío, Portal comprendió la
mentalidad retrógrada del Perú de
hacía un siglo, país que llamó,
"colonia espiritual de España."
(18) También entendió toda la injusticia
y el silencio después de la muerte de Tristán
por parte de la sociedad francesa hacia “la
mujer más importante que ha dado la feminidad.”
(Forgues 54)
En
el estudio sobre Flora Tristán, Portal
admiró a esa mujer franco-peruana, considerada
ilegítima pero decidida a cruzar el Atlántico
para reivindicar su herencia familiar y los derechos
suyos y los de su madre. La paria se encontró
en la sociedad peruana en la que la posición
alienada de la mujer, sobre todo de la arequipeña,
la mantenía completamente rezagada de la
vida pública. Su lugar era la casa o el
convento, y en ambas se sentía esclava
del poder masculino y religioso. A partir de su
viaje a Perú, fue evidente que Tristán
afirmó su voz feminista en favor de las
mujeres, contra la explotación de éstas
por los hombres; y su voz social contra el sistema
de explotación de los pobres. Se entiende
bien en este sentido por qué la propia
Magda Portal asoció su vida con la de Flora
Tristán, "Mujer-Mesías"
que "se batió contra los prejuicios
sociales, clamando por leyes que dignificasen
la condición de la mujer sin rebajarla,
ni hacerle concesiones, y fue escritora, polemista
luchadora social y mujer al mismo tiempo."
(32)
Conviene
que revisemos, tomando el ejemplo de Dan Reedy,
con una perspectiva literaria feminista e histórica
la poesía y los ensayos de Magda Portal,
porque en ellos sistematiza críticamente
la condición de las mujeres del Perú
de clase popular y de clase media, así
como las estrategias para erradicar las causas
de su opresión.
Ángela
Ramos y Magda Portal fueron escritoras y militantes
políticas que se mantuvieron de pie en
la historia del Perú, elaborando proyectos
para que la lucha política y la literatura
contribuyeran al desarrollo de una comunidad justa
para todos. Ambas se opusieron al statu quo y
al servilismo de toda especie, ayudaron a derribar
con su verbo candente y su acción combativa
los muros de la injusticia y desigualdad sociales,
de las cárceles y del terror gubernamental.
No se amilanaron con la prisión, las persecuciones,
las acusaciones, ni el exilio. Al contrario pusieron
el cuerpo, el alma, la inteligencia, la experiencia
y la palabra de mujeres sabias en la lucha política
y cultural, para que la ideología y el
sistema del socialismo se asentaran en el Perú
y en el continente americano, mediante la práctica
solidaria y la igualdad para todos.
Para
concluir, confirmo mi admiración intelectual
y gratitud histórica a Ángela Ramos,
"escritora de izquierda", y a Magda
Portal, poeta y “socialista ciento por ciento”,
que reconocieron mejor su actuación política
que su contribución feminista o aporte
artístico. En la primera mitad del siglo
XX, América vivía una efervescencia
política, social y cultural, mientras que
en Europa se imponía una revisión
profunda del sistema patriarcal. Ramos y Portal
demostraron en ese entonces, con su labor militante
y estética en favor del socialismo, que
el siglo XX en el Perú también correspondería
a hombres y mujeres trabajadores, que luchaban
por las reivindicaciones de clase y de género,
por la cultura y la educación de los proletarios,
por una política y economía nacionales
al servicio del pueblo, por una vida afirmativa
como quería Portal, "aquí estamos
nosotros/ i nuestras grandes banderas/ de alegría
libertaria." (1927 92)
Gracias
a su intervención directa como luchadoras
sociales y escritoras políticas, se puede
confirmar que la historia peruana ha contado con
la presencia dinámica de mujeres profesionales,
independientes en las finanzas, inteligentes y
creadoras, revolucionarias que sacrificaron su
bienestar personal y familiar por el bienestar
del proletariado en Perú y en América.
Ramos afirmó que a través de su
intervención en el reclamo y la obtención
de "la jornada de las ocho horas, el voto
femenino, la lucha en la calle" (II 435),
las mujeres trazaron nuevos derroteros en el destino
económico, político y social del
Perú. Dejo la palabra a Ángela Ramos,
quien resumió bien la labor histórica
de todas las pioneras combativas con el verbo
y la realidad, “Creo que si las condiciones
han mejorado para todos, [es] merced al camino
que les abrimos, las que veníamos de atrás."
(II 417-418)
*
Investigadora
peruana, de Concordia University
BIBLIOGRAFÍA
Andradi, Esther y Ana María Portugal, Eds.
"Magda Portal, escritora y política",
"Yo soy Magda Portal". Ser mujer en
el Perú, Lima: Mujer y Autonomía,
1978: 209-232.
Arrington, Melvin S. Jr. "Magda Portal Vanguard
Critic". Reinterpreting the Spanish American
Essay: Women Writers of the 19th and 20th Centuries.
Austin: University of Texas,1995: 148-156.
Forgues, Roland. “Magda Portal, Nací
para luchar”. Palabra Viva Las Poetas se
Desnudan. Lima: El Quijote, 1991: 51-62.
González Prada, Adriana de. Mi Manuel.
Lima: Cultura Antártica, 1947.
Guardia, Sara Beatriz. Mujeres peruanas. El otro
lado de la historia. Lima: Imprenta Minerva, 1995,
3era ed.
____. "Micaela Bastidas y la insurrección
de 1780". (22 junio 2000) http://www.rcp.net.pe/Cemhal/articulo.htm
La Protesta 66 (1918).
Lagos, Ramiro. "Perú. La fama de sus
Amarilis". Voces femeninas del mundo hispánico.
Antología de Poesía. Madrid, USA
y Bogotá: Centro de Estudios Poéticos
Hispanos,1991: 265-282.
Loayza, Francisco A. Ed. Mártires y heroínas
(Documentos inéditos del año de
1780 a 1782). Serie I, Vol. IX. Lima: 1945: 10-12,
15-17, 43-45, 48-52, 54-58,105-108.
Luna, Lola G. "Para una historia política
con actores reales". (22 junio 2000)
http://www.rcp.net.pe/Cemhal/articulo.htm
Mariátegui, José Carlos. (1928)
"Magda Portal". 7 Ensayos de interpretación
de la realidad peruana. Lima: Biblioteca Amauta,
1959: 280-285.
Poderti, Alicia. "Mujeres en rebelión:
estrategias de resistencia femenina en la sublevación
de Túpac Amaru". América Latina:
¿Y las mujeres qué? María
Clara Medina. Ed. Gotemburgo: Red HAINA/Instituto
Iberoamericano, Universidad de Gotemburgo, 1998:
145-167.
Portal, Magda. El nuevo poema i su orientación
hacia una estética económica. México:
APRA, 1928.
____. "Dos poemas proletarios para los compañeros
de Vitarte". Amauta 25 (julio-agosto 1929):
18-23.
____. Frente al imperialismo y defensa de la Revolución
Mexicana. Lima: Editorial Cahuide, 1931.
____. Hacia la mujer nueva. Lima: Editorial Cooperativa
Aprista Atahualpa, 1933.
____. Costa Sur. Santiago de Chile: Imprenta Nueva,
1945.
____. Flora Tristán, La Precursora. Lima:
Ediciones Páginas Libres, 1946.
____. Flora Tristán, Precursora. Lima:
Editorial La Equidad, 1983.
____. La mujer en el Partido del Pueblo. Lima:
El Cóndor, 1948.
____. Constancia del Ser. Lima: Talleres Gráficos
P. L. Villanueva, S. A. 1965.
Ramos, Ángela. Una vida sin tregua. Lima:
CONCYTEC, Partido Comunista Peruano y Centro de
la Mujer Peruana "Flora Tristán",
1990. 2 tomos.
Reedy, Dan R. "Aspects of the Feminist Movement
in Peruvian Letters and Politics". SECOLAS
Annals. v.VI. Eugene R. Huck. Ed. Georgia: Kennesaw
Junior College, March, 1975: 53-64.
____."Magda Portal (1903-1989) Perú".
Spanish-American Woman Writers. A Bio-Bibliographical
Source Book. Westport, CT: Greenwood Press, 1990:
483-492.
____. “Voces a través de las rejas:
otra perspectiva de la vanguardia peruana”.
Todo ese fuego (Homenaje a Merlín H. Forster).
Tlaxcala: UAT, 1999: 191-201.
____. "Advertencia", texto inédito
del libro "Hacia la nueva mujer latinoamericana.
Biografía intelectual de Magda Portal",
2000, n/p.
Villavicencio, Maritza. Del silencio a la palabra.
Mujeres peruanas en los siglos XIX-XX. Lima: Flora
Tristán, 1992.
|